Artrodesis cervical anterior (fusión intersomática anterior con placa)
La Artrodesis cervical anterior (fusión intersomática anterior con placa) se plantea en pacientes con dolor cervical que puede irradiarse al brazo, hormigueos o pérdida de fuerza, a menudo tras meses de síntomas sin mejora suficiente con tratamiento conservador y con un disco degenerado o herniado que comprime la raíz o la médula. A través de una pequeña incisión en la parte anterior del cuello se retira el disco enfermo y los osteofitos, se coloca una caja o injerto para mantener la altura y favorecer la fusión y se fija una placa con tornillos para aportar estabilidad. El objetivo es aliviar la compresión nerviosa y reducir el movimiento doloroso del segmento, con una indicación siempre individual basada en la clínica y las imágenes.

¿Qué es la Artrodesis cervical anterior (fusión intersomática anterior con placa)?
La Artrodesis cervical anterior (fusión intersomática anterior con placa) combina la descompresión de las estructuras nerviosas con la estabilización del segmento afectado. Se accede al disco enfermo por la parte anterior del cuello, se retira el material que comprime la raíz o la médula y se sustituye por un injerto o caja intersomática que mantiene la altura y permite la fusión. Para reforzar la estabilidad se coloca una placa con tornillos en la cara anterior de las vértebras. A diferencia de una discectomía sin fusión, aporta estabilidad adicional, útil en segmentos muy degenerados, inestables o cuando se tratan varios niveles.
Síntomas y signos que pueden requerir esta cirugía
En la patología cervical degenerativa, conviene atender a:
¿Cuándo está indicada esta cirugía/tratamiento?
¿Cómo es el procedimiento paso a paso?
1.Preparación antes del tratamiento
Se realiza una exploración neurológica completa y una revisión detallada de las imágenes para confirmar la correlación entre síntomas y niveles afectados. El neurocirujano explica objetivos, alternativas, beneficios y riesgos. Se indican normas de ayuno, se ajusta la medicación (anticoagulantes, antiagregantes y fármacos crónicos) y se valoran antecedentes junto con anestesia antes de firmar el consentimiento.
2.Durante el procedimiento
Bajo anestesia general, a través de una pequeña incisión en un lado del cuello se separan suavemente los tejidos hasta la columna cervical. Se retira el disco enfermo y los osteofitos que comprimen la raíz o la médula, se prepara el espacio intersomático y se coloca un injerto o caja para mantener la altura y favorecer la fusión. Se fija una placa con tornillos sobre las vértebras tratadas para aportar estabilidad inmediata. Suele emplearse control radiológico y microscopio quirúrgico para mayor precisión.
3.Postoperatorio inmediato
Tras la cirugía, el paciente pasa por reanimación para vigilar constantes, respiración y dolor, y luego regresa a planta. Es habitual notar molestias cervicales y sensación de “anginas” por la manipulación. La movilización suele iniciarse de forma precoz, el mismo día o al siguiente, con ayuda. La estancia hospitalaria suele ser de 24–48 horas según control del dolor, tolerancia a la alimentación y estabilidad neurológica.
Recuperación y vida diaria
La recuperación suele ser rápida comparada con cirugías más extensas. En los primeros días son frecuentes el dolor cervical, la tirantez y la molestia al tragar, que mejoran progresivamente. La movilización básica empieza pronto, evitando movimientos bruscos y cargas. La vuelta al trabajo de oficina suele valorarse entre 2 y 3 semanas; los trabajos físicos o con esfuerzo pueden requerir 6–8 semanas o más. Fisioterapia dirigida, ergonomía y ejercicios suaves ayudan a fortalecer la musculatura cervical. Ante fiebre, enrojecimiento intenso de la herida, dolor desproporcionado o nueva debilidad, debe consultarse de inmediato.
Riesgos y posibles complicaciones
Como toda cirugía, existen riesgos. Entre los generales: complicaciones de anestesia general, infección de la herida, sangrado, hematoma y trombosis venosa. Entre los específicos: lesión de raíz nerviosa o, menos frecuente, de la médula, persistencia parcial de síntomas, disfagia transitoria, lesión de esófago, tráquea, vasos o nervio recurrente, falta de fusión ósea (pseudoartrosis) y degeneración de niveles adyacentes a largo plazo. También puede persistir cierto dolor cervical residual. Estos riesgos se valoran frente al beneficio de descomprimir y estabilizar el segmento en cada caso.
Preguntas frecuentes
¿Te reconoces en estos síntomas?
Si alguno de estos síntomas encaja con lo que estás viviendo y el dolor empieza a limitar tu día a día, podemos valorar tu caso de forma personalizada. El Dr. Ben Ghezala revisará tu historia clínica y tus pruebas de imagen para ayudarte a decidir el mejor tratamiento para ti.
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